Budapest - 18 Abril 2014

Nagycsarnok 
La mañana de hoy ha llegado muy pronto. Ayer llegamos a Budapest a las 24 horas, así que hasta pasadas la 1.30 no pudimos acostarnos, y para las 8.00 de la mañana ya estamos preparados para visitar la ciudad.

Lo primero del día es desayunar en el bar del hostal. Unas tostadas, un poco de fiambre, un zumo, un cappuccino y un bollo de chocolate, han sido nuestra primera experiencia culinaria en Hungría. Una vez que hemos llenado nuestro depósito de energía, nos hemos puesto rumbo al Gran Mercado o Nagycsarnok. No nos ha costado demasiado orientarnos en la ciudad, el tener como referencia el río facilita mucho las cosas. El mercado, es un bullicioso edificio con estructura de hierro, que recuerda mucho al de Barcelona. El primer piso es para las tiendas de souvenirs, productos típicos como el páprika o los huevos de pascua, muñecas mantelería bordada, tiendas de ropa y locales de comida. La parte de abajo son los puestos de carne, frutas y verduras y demás alimentos.

Páprika
Llegando a primera hora al mercado, puedes disfrutar de las comprar y la vida normal de Budapest sin tanto turista. Este mercado es el más grande de Budapest y tiene aproximadamente 1100 años de vida. Si estás pensando en comprar algún recuerdo, este puede ser un buen lugar, los precios son algo inferiores a lo que puedas encontrar por la ciudad.

Terminada nuestra primera visita, y dando un agradable paseo por la orilla de famoso Danubio, hemos ido hacia el parlamento, donde a la 13.00 horas tenemos programada la visita del mismo. Para hacer este paseo, no cometáis el mismo error que nosotros, no vayáis por debajo del puente, no merece la pena hacerlo justamente por la orilla, es más bonito haciéndolo por la parte de arriba, paralelo a las vías del tranvía. Sobre el plano, da la sensación de que la distancia es mayor, pero pese a que Budapest es una ciudad grande, las distancias son factibles andando, siempre que se tenga tiempo, y este paseo es fácil de hacerlo. Además, hemos hecho varias paradas a lo largo del trayecto. En todos y cada uno de los tres puentes que cruzan el río, siendo estos, untos de referencia privilegiados sobre la carretera sin polvo que es el Danubio. Desde el mercado hasta el parlamento, tres son los puentes que puedes ver, El puente de Margarita, el puente de las cadenas Szechenyi, y el puente de Isabel, y puente de la libertad.

Puente de Isabel
El primer puente con el que nos topamos es el puente de la libertad, inaugurado para la exposición del Milenario. Se trata de un puente voladizo de finales de siglo. Cada uno de los apoyos de este puente están rematados por una mítica ave turul, remontando el vuelo.

El segundo puente que vemos es el puente de Isabel, puente colgante, blanco de diseño bastante insignificante a nuestro modo de ver, de 1964 y que es el primer puente que se construyó después de la segunda guerra mundial.  Los arcos de este puente, son de mayor altura que los demás, y ofrece una vista privilegiada sobre la colina Gellért y sobre el resto de los puente de la ciudad.

Puente de las cadenas
El siguiente puente en visitar es el más famoso de los cuatro que tiene el Danubio a su paso por Budapest, el puente de las cadenas.  Este puente con sus dos torres, es el más antiguo de la ciudad y desde nuestro punto de vista el más bonito. Tiene un aire al puente de Brooklyn. Este era el único puente en el que la aristocracia debía pagar un peaje como todo el mundo si querían cruzarlo.

Siguiendo por la orilla del río, antes de dar con el parlamento, llegamos al monumento Zapatos en el Danubio. Se trata de un monumento a los judíos húngaros fusilados y arrojados al Danubio. Son 60 pares de zapatos antiguos de hierro, esparcidos por la orilla del río.

Después de un paseo de más o menos hora y media, hemos llegado al Parlamento.

Zapatos en el Danubio
La plaza del parlamento, es una de las plazas europeas más bonitas que hemos visto. Es un espacio amplio, con cuidados jardines multicolores y pulcramente cuidada, no se ve ni un papel en el suelo, es increíble. Desde el fondo de la plaza se pueden conseguir unas fotos extraordinarias de esta parte del parlamento y de la llamada entrada del león.

El parlamento es el edificio más destacado del rio Danubio en su parte de Pest. Es un enorme edificio de 268 m de largo, con 690 habitaciones 10 patios y 27 puertas de entrada y 40 kg de oro decorativo. Se trata del edificio más grande de toda Hungría, siendo sede de la Asamblea Nacional. Terminado en 1902, se cree que la inspiración para este edificio fueron las emblemáticas Houses of Parliament londinenses, y es que la verdad, recuerdan bastante a ellas, tanto su ubicación como su estructura. Es decir en belleza.

Parlamento 
Se pueden realizar visitas guiadas al interior del parlamento en diferentes idiomas incluido en castellano. Nosotros la llevábamos reservada desde España, ya que es prácticamente imposible reservarla para el día, a tu llegada al parlamento. La visita, más o menos ha durado unos 45 minutos donde hemos podido ver parte de este lujoso e impresionante edificio. La visita permite ver entre otras estancias, la escalinata principal, que conduce directamente a la sala de la Cúpula, donde está la corona de San Esteban, todo un símbolo nacional. Otras de las estancias a visitar son las salas abovedadas, donde tenían lugar múltiples discusiones políticas entre puro y puro, y la sala del Congreso donde se reúnen los Lores de la Asamblea Nacional.

La visita, un tanto corta y quizás escasa, es de un gran interés, y creo que el precio ha sido razonable, para lo que se paga por ver otro tipo de monumentos, dos entradas 3500 HUF (11 Euros) si eres capaz de cogerlas en el momento y 3900 HUF ( 12.6 Euros) si las reservas con antelación. Una de las cosas buenas de esta visita, es que salvo en la sala de la Cúpula, puedes sacar fotos en todas las demás estancias.

Justamente enfrente del parlamento tenemos la posibilidad de ver el palacio Gresham, hoy convertido en el museo Etnográfico. En origen, este edificio fue sede del tribunal supremo. Nosotros no entramos, pero el edificio bien merece un vistazo exterior y alguna que otra foto.

Tras la visita al parlamento, decidimos que es una buena hora para comer algo, así que un supermercado cercano, hará las veces de restaurante. Tres bollos de pan, algo de salami, un poco de queso Gorgonzola, unas pocas patatas fritas y un par de yogures serán nuestro almuerzo digno de los mejores gourmets del mundo. Con el agua, hemos tenido algún que otro problemilla, ya que todas las botellas estaban etiquetadas en húngaro, y tras mucho indagar para coger agua mineral, hemos terminado cogiendo agua con gas !!! seguro que la próxima vez cogemos la correcta, o no quién sabe...

Nos han dado la mejor mesa del restaurante, un banco en la plaza del parlamento. Un lujoso lugar para liarse unos bocadillos. Un gran emplazamiento para una comida que no ha llegado a los 3 euros.

Sin apenas reposar la comida, hemos ido sin demasiadas prisas hacia la plaza Szabadsag ter "plaza de la libertad" que está a escasos minutos del parlamento. Pero antes nos hemos detenido unos instantes en la estatua de Imre Nagry, primer ministro comunista de talante reformados. En el centro de la plaza se puede ver un monumento al ejército soviético. En uno de los extremos de la plaza se ve la embajada de EEUU, la identificaréis fácilmente por la cantidad de verjas de hierro, bloques de cemento y soldados que veréis en sus inmediaciones.

En los alrededores de esta plaza, podréis ver tanto la Real caja postal de ahorros, como el Banco Nacional de Hungría como el centro de visitantes MNB. Edificios en los que nosotros apenas nos detuvimos a ver.

Continuando con nuestro paseo, llegamos a la famosa Basílica de San Esteban, que se trata de la iglesia
Basílica San Esteban
católica más importante del país, aunque solamente sea por la reliquia más venerada de toda Hungría, la mano derecha de San Esteban. La entrada a la iglesia es gratuito...previo pago de una donación de mínimo 1 euro. Lo dicho, gratuito.
La fachada de la basílica está sujeta por dos grandes campanarios, uno de los cuales, alberga una campana de 9 toneladas. La cúpula de esta basílica es de 96 m de altura y se puede visitar, desde aquí dicen que se puede disfrutar de una de las mejores vistas de Budapest. Nosotros no lo sabremos, ya que esa experiencia la dejamos para el castillo, así que nos dedicamos a visitar la basílica y su brazo, pero no accedemos a la cúpula. Es una basílica bastante oscura, y ostentosa. Algo que nos llamo mucho la atención, es que en esta basílica no hay ni un solo fresco, todo son mosaicos, incluidos los de la cúpula. Detrás del altar, en la capilla de la Santa Diestra, encontraremos la mano momificada de San esteban.

Tras la visita a la opulenta basílica, ponemos rumbo a la iglesia Luterana, situada en el centro de Budapest. Es un claro ejemplo de estilo neoclásico. Ha sido una lástima, porque después de llegar hasta aquí no hemos podido ver la iglesia ya que estaba cerrada por ser semana santa.

Edificio Ópera
Desde la aquí, hemos ido dando un pequeño paseo por el boulevard más glamurosa de Budapest, Andrássy út. Por nuestro camino, hemos podido ver el edificio de la ópera, la Casa Dreschsler, justo enfrente del edificio de la opera, la Casa de la moda que en su día fueron unas grandes y distinguidos grandes almacenes y la Casa del terror.

Desde este punto, hemos decidido no  continuar por Andrássy y nos hemos ido a callejear por el barrio judío. Este barrio gris, quizás no tenga excesivo interés turístico si lo que se buscan son grandes monumentos, o espectaculares iglesias, pero es un paseo cargado de historia, ya que estamos paseando por el "ghetto" 

En nuestro paseo, hemos dado con un pequeño pasadizo lleno de bares, donde hemos decidido tomarnos una pinta, que nos ha costado 1300 HUF, aproximadamente unos 4 euros. Tras este "atraco" hemos vuelto poco a poco hacía la iglesia Luterana, donde había una pequeña feria de artesanía y que antes no le hemos hecho mucho caso. Aquí hemos decidido cenar en una pequeña caseta con música en vivo. Una enorme salchicha con páprika picante, y otra salchicha de arroz muy similar a nuestra morcilla, una especialidad húngara, acompañada de una pinta va a ser nuestra cena. La cena no ha sido excesivamente cara, 2700 HUF, unos 8 euros. Ambas salchichas estaban ricas. Tras pasar un ameno rato, escuchando música, hemos ido paseando hasta nuestro hostal que no está demasiado lejos de aquí. Durante nuestro pequeño paseo nos ha acompañado la lluvia. Espero que mañana nos respete el tiempo.

Son las 22 horas y parece que es  tardísimo, está oscura la noche y no hay ni alma por la calle. Llevamos todo el día sin parar de andar y eso agota un poco. Así que con esto ponemos fin a nuestro primer día en Budapest.