
Budapest es un tesoro desde el punto de vista arquitectónico, tan inmenso que es capaz de satisfacer el gusto de cualquiera. No obstante, Budapest tiene un ambiente fin-de-siécle, pues fue durante la edad de oro de la capital cuando se construyó casi todo lo que hoy podemos ver
La idea de viajar a Budapest surgío por casualidad, sin premeditación, simplemente buscando un destino para la semana santa, nuestro dedo cayó sobre la capital del Danubío. Se trata de un destino tan visitado y tan famoso, que no podíamos dejar de visitarlo.
Al igual que en viajes anteriores, lo primero que hacemos, una vez decidido el destino, es buscar información sobre el mismo en los foros, y los que más utilizamos para ello, son Los viajeros y Lonely planet aunque por supuesto hay otros muchos foros de viajes, pero estos son a nuestro entender los más fiables, y nuestros favoritos.

En esta ocasión el alojamiento no está tan céntrico como nos hubiese gustado, por lo tanto tendremos que tirar del transporte público, que nos situará en el centro de la ciudad en 10 minutos.
Como ya imaginaréis existen distintas maneras de viajar hasta Budapest, como son el tren, el autobús, el coche particular o el avión, que ha sido el medio de transporte elegido por nosotros, por ser la manera más rápida y cómoda de desplazarse, y que además si planificas con tiempo suficiente el viaje, no tiene por que ser la más cara.
A través del buscador de vuelos skyscanner hemos reservado nuestro vuelo, la compañía encargada de hacernos llegar a nuestro destino será wizz.

Algo que siempre comento, que es imprescindible, es una buena guía sobre la ciudad. En esta ocasión nosotros nos hemos decidido por la de Lonely Planet. Entre otras cosas porqué además de traer mucha información sobre los lugares a visitar, también trae mucha información sobre excursiones a ciudades cercanas a Budapest. Pero por supuesto, existen muchas más en el mercado, pero sobre gustos....
Desde este momento, ya solo queda buscar información en la red y empezar a disfrutar del viaje.