![]() |
Plano Colina del castillo |
Paseando por alguna de las calles
más céntricas de Budapest hemos llegado hasta el puente de las cadenas, que
hemos cruzado andando hasta llegar a los pies de la colina del castillo. Para
subir al palacio existen dos maneras, o bien lo haces andando, o bien subes en
funicular. El paseo a pie es de unos 10 minutos, y no es incómodo. Esta ha sido
nuestra elección, y nuestra recomendación, ya que el funicular es bastante
caro.
![]() |
Palacio Real |
A continuación hemos ido paseando
por la colina hasta el Bastión de los pescadores, una réplica neogótica, y que
igualmente ofrece unas vistas increíbles. En 1905 se construyó como mirador, por
el mismo arquitecto que construyó la iglesia de Matías. El nombre viene por el
gremio encargado de defender este tramo de muralla.
![]() |
Iglesia Matías |
A lo largo de nuestro paseo por
las calles de la colina, hemos dado con la torre de María Magdalena, la gran
aguja visible desde kilómetros de distancia. Este templo, que en un principio
estaba reservado únicamente a los vecinos del barrio que hablasen húngaro, se
utilizó como mezquita durante la ocupación turca.
![]() |
Bastión de los Pescadores |
Algo más al sur, están las cuevas de la colina. Bajo esta colina, hay más de 28 km de cuevas que contienen
interesantes lugares e historias. Se puede ver como se ha utilizado esta red de
cuevas desde tiempos prehistóricos. Aquí, se supone que estuvo retenido y murió
Drácula. La visita ha resultado entretenida. Aunque la entrada, nos ha parecido
un poco cara, 2000 HUF.
Nuestra idea era probar algo
típico y tradicional de Hungría, así que este local nos ha parecido una buena
idea. Esta ha sido nuestra primera experiencia real con la gastronomía local.
Hemos degustado el tradicional Hortobagy style pancake, que se trata de unos
crepes rellenos de estofado de pollo picado, acompañado de una salsa de
pimentón, una auténtica exquisitez altamente recomendable. El otro plato que
hemos podido disfrutar ha sido Hungarian Grey cattle stew que es un estofado de
vacuno acompañado de encurtidos y de los llamados gnocchis húngaros, que no
dejan de ser otra cosa, que harina y huevos, pero que estaba de muerte. Por
supuesto esto lo hemos acompañado de una pinta de autentica cerveza húngara.
Como aun nos quedaba algo de sitio para el postre, nos hemos metido entre pecho
y espalda dos trozos (aquí los llaman trozos, en España los llamaríamos kilo)
de dos tartas diferentes, una de chocolate (Eszterházy cake) y la otra de caramelo (Dobos cake), acompañadas
de dos cafés. Y todo esto por unos 24 euros. La experiencia con la gastronomía húngara
no podía haber sido más satisfactoria.
Por la tarde, hemos ido hacía el
barrio judío. Nuestra primera parada aquí ha sido la sinagoga. Se trata de un
edificio de fachada de ladrillo vidriado, rojo y amarillo, provisto de almenas
y dos enormes torres de estilo árabe coronadas por cúpulas con forma de
cebolla. Es la mayor sinagoga del mundo a excepción de la de Nueva York. Dicen
que no hay que perderse su interior. Nosotros nos lo perdimos, ya que estaba
cerrada por ser semana santa, una pena, porque vistas las fotos...
Lo primero que se ve al llegar al
parque es la plaza de los héroes y su monumento. Se trata de la plaza más
grande y emblemática de Budapest. Está flanqueada por dos importantes espacios
artísticos de Pest, el palacio del arte y el Museo de Bellas Artes. En el
centro de la plaza se puede contemplar el monumento al Milenario, una columna
de 36 m de alto, con columnas bastante más pequeñas a su izquierda y derecha.
Esta plaza fue diseñada en 1896 para celebrar el 1000 aniversario de la
conquista de la cuenca de los Cárpatos. En lo alto de la columna central está
la estatua del arcángel Gabriel, y en la base de la columna está el monumento a
los héroes.
Pese a que los monumentos más
simbólicos de esta colina, están bastante saturados, en general es un sitio
agradable y bastante tranquilo. Nos ha gustado mucho pasar la mañana aquí.
Nuevamente, la vuelta a la ciudad
la hemos hecho andando. Es todo cuesta abajo, así que no hace falta coger el
funicular.
A lo tonto, nos ha dado la hora
de comer, así que decidimos dejarnos ir por las calles de Budapest y buscar un
local donde descansar y comer algo. El camino nos ha llevado de nuevo hasta la
Basílica de San Esteban, donde hemos dado con un agradable restaurante.
![]() |
Sinagoga |
![]() |
Sinagoga |
En el lado norte de la sinagoga,
se encuentra el monumento al Holocausto, y construido en 1991. Se levanta donde
las fosas comunes de los asesinados por los nazis entre el 1944-45. en las
hojas del árbol de la vida, hecho de metal, figuran los apellidos de algunos de
los cientos de miles de asesinados.
En este barrio, no esperes
encontrar grandes monumentos a excepción de la sinagoga, pero entre otros
puedes ver la academia de música Ferenc liszt, la iglesia de Santa Teresa y la
sinagoga ortodoxa, también parte del muro original del gueto. Es un barrio
cargado de historia, reflejada en cada calle.
En la bulliciosa plaza Oktogon
hemos cogido el metro M1, dirección al extenso Parque Municipal de Pest. Nuestra
idea es pasar lo que queda de la tarde en los baños termales que allí se
encuentran. Pero antes de ponernos a remojo, visitaremos parte de este parque.
![]() |
Plaza de los héroes |
Nuestra siguiente parada, los
baños széchenyi. Este gigantesco y recargado edificio es de poco antes de la
primera guerra mundial, y sus manantiales de agua caliente fueron descubiertos
mientras se hacía un pozo a finales del siglo XIX. Sus aguas son las más calientes
de la ciudad, superan los 76ºC. Son los baños más extensos de Europa. Ha sido
una verdadera delicia disfrutar de estos baños durante un par de horitas.
Tras este pequeño asueto, que por supuesto
recomendamos enormemente, de nuevo en el metro M1 henos dio hacia el barrio
donde tenemos el hostal. No muy lejos de él tenemos la parada, así que
solamente tenemos que andar unos minutillos, y menos mal, porque de repente se
nos ha puesto a llover como si el mundo se fuese a acabar, que barbaridad.
La cena, ha resultado algo copiosa, y aún es
pronto para irnos al hostal, así que aunque no hemos cogido la cámara de fotos, decidimos ir dando un paseo hasta la orilla del Danubio. Los grandes edificios como el
Palacio Real, el Castillo o el puente de las cadenas de noche están preciosos.
Sin duda, mañana volveremos con la cámara, ha sacar millones de fotos, porque
nos ha cautivado la estampa nocturna.
![]() |
Széchenyi |
Una vez en el hostal, y tras tomar una buena
ducha, ya que no hemos podido ducharnos en los baños,y cambiarnos la ropa empapada, nos hemos ido a cenar a una cervecería
cercana al hostal y en mitad de la zona de marcha de Budapest. Teniendo en
cuenta, nuestra grata sorpresa con la gastronomía húngara, hemos decidido
tirarnos de nuevo a platos tradicionales, con la esperanza de acertar de nuevo.
En esta ocasión hemos pedido pollo con salsa de queso y limón, acompañado de
arroz (Cigánypecsenye hasábburganoyával, folhagymás
sertén java roston) y unas chuletas de cerdo al grill con ajo y páprika (Pórés pulyka, burgonyakrokettel). Nuevamente hemos
acertado. Quizás la chuleta es lo que menos nos ha llamado la atención respecto
a los otros platos, ya que es una forma de prepararla bastante parecida a como
puedas comerla en España, pero aún así la recomendamos.
Antes de servirnos la cena, nos han sacado un aperitivo,
cortesía de la casa, típico de Hungría, llamado Unicum. Se trata de un licor
amargo, la fórmula es un misterio, pero si se sabe que se utilizan para su
elaboración 40 hierbas distintas envejecidas en barriles de roble.

Con este espectacular visión, deshacemos lo
andado, y nos vamos al hostal de retirada. pero antes de llegar al hostal
decidimos entrar en un supermercado a comprar una botella de agua. Como ayer
tuvimos una desagradable experiencia intentando comprar agua y finalmente
comprando agua con gas, hoy examinamos prácticamente todas las botellas de agua
del supermercado. Todas estaban etiquetadas en húngaro, y no había forma de
saber si eran con gas o no, así que hemos decidido zarandear todas a ver cual
sacaba más burbujas. Esto tampoco nos ha sacado de dudas, así que hemos
decidido comprar una botella de Nestle, pensando que al ser una marca que también
se comercializa en España, seria agua mineral normal. Y efectivamente, nos
hemos vuelto a equivocar. Era agua con gas. En fin, otra vez será.